“En un lado piso el pasado (2000 años atrás), en el otros el presente; pero siempre con mi vista al futuro. Sin conocer y entender nuestro pasado estaremos destinados a cometer los mismos errores ¡una y otra vez! Esto es tan cierto en un país, como en la economía mundial, como en nuestras propias vidas. Pensar que estoy en un lugar donde tanto ha sucedido me llena el corazón de agradecimiento por poder ser unos pies más que caminan por estas calles”.
Me gradué de Historiadora, y mi preparación universitaria me ayudó a entender que lo que vivimos hoy no es muy diferente a lo que se vivió ayer; se repiten los errores una y otra vez porque la gente es terca, y nadie aprende en cabeza ajena, y porque la vida como la naturaleza es cíclica, nace, crece se reproduce y muere… y allí va otra vez a empezar. La niña de mamá soltera, quien quedó embarazada a los 15, va y comete el mismo error de la madre.
Países colapsan por gobernantes que han hecho paso a paso las mismas estrategias destructivas de monstruos del pasado; y uno ciego a la historia del mundo repite el mismo error, para después quejarnos como lo hicieron nuestros ancestros. Si ni siquiera aprendemos de nuestros mismos errores y caemos mil veces con la misma piedra, que podemos esperar de los que cometieron otros. Una de esas grandes cosas que aprendí en mis años de universidad fue, la formación de religiones desde un punto de vista histórico, y cómo han sido creadas y usadas una y otra vez para controlar comunidades, cuando las leyes laicas aún no existían.
Jesús no nació el 24 de diciembre, de hecho, no se sabe a ciencia cierta cuando lo hizo, pero cómo se celebraba el solsticio de invierno por esas fechas en las creencias paganas, pues la iglesia se montó en esa ola, y de esa forma detener la adoración a otros Dioses que no fueran los de ellos. Y así podemos hablar de tantas cosas de la religión.
Todo comenzó a darme vueltas en éste viaje. Yo venía de Bali con una cercanía a la Divinidad tan grande y de pronto me empezaba a sentir tan lejos de ese sentimiento, atacada por todo mi viejo cuestionamiento. Repentinamente me vi envuelta en religiones, vestidos negros, culpas y rezos sin sonrisas, en lugar de corazón y alegría; en leyes que algún humano escribió, en divisiones que nada tiene que ver con el amor que profesa Dios. Comencé a sentir esa rabia que me producía la palabra “Dios” desde niña, en lugar de la certeza que había tomado poder de mi alma en los dos últimos años.
“Cada día mi única petición a Dios es que me permita vivir con mi corazón abierto y que no pierda la certeza que he conseguido conocer. Siempre he estado en una constante búsqueda por entender quién es Dios, cómo funciona la vida, cómo es que hay odios y muerte en un mundo con tantas religiones que, en lugar de predicar amor e igualdad, tarde o temprano terminan matando a otros seres ¡en nombre de Dios! ¿Porqué si todos tenemos tanta necesidad de creer en un Ser Supremo, no tenemos la misma necesidad de creer en nosotros mismos y formarnos lógicas conclusiones de las lecciones que aprendemos en libros y aceras?
He visitado la mayoría de los lugares sagrados a este punto: el Vaticano, Jerusalén, Constantinopla, India, Bali, el Camino de Santiago…. he leído y estudiado… Voy a esos lugares tratando de sentir la conexión desde el corazón y no desde el cerebro. Ahora estoy en éste triángulo de amor-odio entre tres de las más importantes religiones del mundo. Y si, me siento privilegiada de tener una oportunidad única de estar en la meca de la historia del monoteísmo, y al mismo tiempo recuerdo que son éstas tres mismas sagradas religiones las que han sido protagonistas de una manera u otra, de las peores tragedias humanas en la historia del hombre… Y aún no aprendemos la lección, y estamos tan cerca a repetir desgracias que dejaron lecciones que creímos aprendidas… ¿Cuanta sangre tiene el hombre que derramar para entender que de esa última palabra nos tenemos que quedar solo con “Amar”? … Y en lugar de conseguirme llena de fe en éste triángulo de poder religioso, me consigo mas perdida, vacía, sola y confundida que ¡nunca! ¿Dónde está… dónde estás?
En mi ignorancia pensé que conseguiría aquí los orígenes del cristianismo y finalmente lograría conectarme con ese hijo de Dios que siempre pensé vino aquí para todos. Nunca imaginé que donde lo crucificaron, o donde lo limpiaron antes de meterlo en la catacumba de donde resucitó -según lo cuenta la historia y como lo describen las películas- nada existiría allí. En lugar de un monte, o una cueva, o unas estacas de crucificados de hace más de 2000 años, todo lo que conseguí fue una calle llena de artículos hechos en china y una iglesia dividida en parcelas, cuyos tres propietarios son la iglesia ortodoxa griega, la armenia y la romana… Sorry, los protestantes dicen que se fueron a otro lugar porque los católicos no les quisieron dar un pedacito de tierra en éste centro comercial llamado “El Santo Sepulcro”.
Estos vecinos, o como me explicó el “amable” Cura a quien le pregunte desesperada “¿cómo hace para seguir creyendo en una iglesia tan corrupta?”, “bueno te explico, viven en la misma casa que sólo tiene un baño, y bueno se pelean por él pero son amigos” contestó. Con la diferencia que ése “baño” es la base de todo lo que debería ser el ejemplo de una religión que se basa en el amor y el compartir.
Yo quería insistir en encontrar esa conexión, así que durante mi visita fui varias veces, incluso a las 7:00 AM tratando de conectar con ese Dios de mi niñez. Me metí en la famosa catacumba a meditar a ver si en lo más crudo del lugar despojado de brillo y gente, podría conseguir ALGO que me encendiera el lazo, pero no fue así. Me fui de allí aún más distanciada que como entré. Y mi larga conversación con otro cura en mi último día de intento, no me dejó mucho mejor. Lo que sí me quedó claro es que las cosas únicamente pueden funcionar con una fé ciega en esta (y creo que en toda) religión. Tantas discrepancias, tanto… “pero ¿cómo sabemos que es aquí donde ocurrió todo si no queda nada de ello?”. Obteniendo respuestas como: “porque a Santa X Y o Z se lo dijeron en un sueño”. Yo me quedé con tantas preguntas sin resolución, que realmente decidí entender que no vale la pena desviarme del camino en donde si encuentro sentido a mi conexión con la Divinidad y alguna que otra respuesta.
¡No dudo la existencia de Jesús y su gran y hermosa enseñanza! Pero el resto lo tengo como un gran dilema, que mi religión no logra contestar, y por el contrario me muestra día a día lo opuesto de lo que pregona. De verdad, me crea angustia no poder escuchar a Chucho… Así que en donde supuestamente fué crucificado me arrodillé y le pedí que me hablará claro a través de alguien. ¿Qué necesitaba hacer para poder conectarme con Él? Vi a un Padre italiano que se a parecía Pepeto y me acerqué, él sin mucho interés me mandó a uno boliviano que era igualito a Pepe Grillo. Me acerqué y le dije:
Yo: “Padre yo tengo algo así como una angustia. Yo crecí católica, pero por más que lo intento, por mucho que viajo a los lugares sagrados, por mucha conexión que hoy día siento que tengo con Dios, no hay manera que pueda conectar con Jesús dentro de mi religión materna. Voy al Vaticano y lo único que puedo ver es lo ladrona que ha sido la iglesia, y cómo mantienen toda esa riqueza en lugar de usarla para ayudar a tanta gente necesitada. Estudio las cruzadas y sólo me recuerda el Holocausto. Vengo aquí y mientras veo en el lado judío, piezas arqueológicas que demuestran la existencia de su presencia en ésta tierra desde antes de Cristo, y con ello muchas cosas que confirman algunas de las historias del viejo testamento, aquí en cambio, no consigo nada que haga lo mismo con la historia católica, aunque sea un poquito, de lo que nos cuenta el nuevo testamento. Un lugar lleno de pelea, de poder, es lo único que logro ver, luchando a ver que tipo de cristianismo es el mejor”
A lo que respondió:
Él: “no juzgues y no dejes que tu relación con Dios se base en los demás, en nadie más que tú. Tu siempre antes que todo, ahí esta la respuesta. Cristo sólo vino a ayudar a los descarrilados, a los afligidos… si tu sientes que estás bien, que estás en el camino, no tienes nada que buscar en los demás.“
Yo: ” Pero yo he estado afligida y no me he conectado con Dios a través de Jesús. Yo voy a un templo budista o hinduista y me conecto, ¿por qué no en una iglesia católica?”
Él: “Cada uno tiene un camino, mira sólo hacia ti, no juzgues y sigue, que si un día necesitas a Cristo él estará. Un día si lo pierdes todo entonces, es cuando comienza el camino hacia Él.”
Quería volver a explicarle que ya lo he perdido todo, y ni así ha sido su voz la que he encontrado a mi lado, sino la de otros maestros que tratan de darte medicina preventiva, maestros que no necesitan que estés vuelto nada, para hablarte… ¿Qué significa esto? ¿que el “hijo de Dios” es sólo para los jodidos? Eso me pareció un extraño concepto. “No mires afuera, a los otros, todo esta en ti”… Con eso sí logramos entendernos a lo que le respondí: “entonces vamos bien”… y por primera vez sentí que Jesús me habló y me respondió claro y alto. Me fui ese día con esta conclusión: Vírgenes, ángeles, dioses, muros, templos, budas, son sólo diferentes tipos de teléfonos móviles que según lo que se identifique contigo te lleva a escuchar la misma voz que al final del cuento se parece mucho a la tuya y tu propia naturaleza divina.
Imagino que pensarán a veces que yo vivo en La La Land, en un mundo donde sólo me interesan temas que me desarrollen como mejor ser humano, que estoy convirtiendo en mi negocio o medios de sustento, el compartir eso que consigo con otras mujeres en mis viajes de grupo, y que sólo pocas podemos darnos ese “lujo” sea por dinero, familia, responsabilidades o todas las anteriores. Debe parecerles a algunos que no me entero de lo que pasa en el mundo mientras yo “me busco” y “busco a Dios” e incito a otras a comenzar un camino “egoísta, hippy e irresponsable” de búsqueda.
Bueno, resulta que si en lugar de mandar a nuestros hijos a hacer posgrados y clases de ballet, mandarín, robótica y todo lo que les puede servir para sus carreras, los iniciáramos en clases de yoga, de meditación, de kabbalah para jóvenes, o algo que los conectara a Dios a través de ellos mismos en lugar de penas y castigos, o simplemente les pusiéramos una mochila antes de ser abogados y médicos, y les enseñáramos qué hay detrás del lujo y la comodidad, de qué están hechos por dentro de verdad, que conocieran su voz en el silencio, les enseñáramos que la soledad es buena compañía para poder apreciar lo opuesto, los guiáramos a elegir carreras que les ayudaran a desarrollar su misión de vida y no la que les dé más dinero, el mundo sería otro.
No creo que haya NADA más importante que el conocerse, quererse y encontrarse con uno mismo, ¡donde sea y cómo sea! Así que no me pierdo de nada de lo que pasa; no me deja de doler el mundo externo, pero todos estamos aquí para cumplir una misión, y yo pienso no sólo conseguir sino ¡desarrollar y compartir la mía! ¡Gracias a todos los que mueren tratando de forjar la suya para ellos y el mundo!
¿Por qué nos creemos tan especiales y pensamos que las cosas deben pasarles a otros y no a nosotros?… buenas y malas; “es que para los otros siempre es más fácil”, “a mi siempre me toca lo peor”, ¿que nos hace creer que eso es verdad? Estoy segura de que, si ves a tu alrededor, mucha gente está peor que tu… y mucha otra, mejor… O, ¿por qué crees que tú eres el único capaz de hacer eso que crees hacer tan bien? te apuesto que hay muchos otros tan buenos como tú aunque quizá aún nadie los conozca. O, ¿por qué crees que es tu camino o tu palabra o tu cultura, religión, color, país, ideología, preferencia sexual o Biblia la correcta? Recuerda que una vez se creyó que la tierra era plana, recuerda que hace 3000 años habían muchos Dioses y no uno solo, que la mujer era un ser inferior (aún muchos lo creen)… Recuerda que eso que creímos con toda seguridad que era la verdad absoluta, después descubrimos que no lo era.
Es más, para volver al tema, recuerda que Jesús fue un rebelde igual Steve Jobs. No eres ni más ni menos especial que el hombre que por miles de razones terminó en la cárcel. Dios no lo quiere ni más ni menos, simplemente le tocará trabajar más para conectarse con la luz, con 99% de nosotros que no desarrollamos porque no sabemos ni por donde empezar.
Bájate de la nube que eres arrecho, que sin ti tu familia no saldría adelante o tu empresa colapsaría, o gente no se iluminaria, porque tu familia tiene más fuerza de lo que le permites que desarrolle porque a ti te hace sentir mejor ser necesitado; en la oficina, el office boy mira de cerca todos tus pasos para un día caminar en tus zapatos, y si tú no eres maestro de ese grupo alguien más lo será. Todos somos reemplazables, todas las creencias transformables, todos vamos al baño y huele mal, y ¡todos nos vamos a morir tarde o temprano!
Cuanto más pronto te enteres que todos somos uno, más rápido dejarás de compararte, competir y deprimirte por lo que crees no tener, porque ya sabrás que ese al que envidias está deprimido por alguna otra pendejada similar que tu. ¡Todos somos uno y extraordinariamente iguales, y hoy por eso ¡celebro! Pregúntale a mi conductor en Bali, Gede dice que no logra diferenciarnos porque en sus ojos todas somos igualitas. ¡y nosotros creemos que son ellos los que lo son!
Mientras más viajas más te das cuenta de que lo importante no son los monumentos sino la vida de verdad: la calle, los mercados, la gente, los olores, los colores, los momentos simplemente siendo, las conversaciones inesperadas, los encuentros fortuitos. Mientras más viajas más te das cuenta de que Tel Aviv podría ser Madrid, que Madrid te recuerda a Caracas, que Caracas se parece a los Ángeles, que Hanoi es New York, y que en Marruecos te sientes en el desierto de California. Yo a donde llego me siento en casa y cada vez que me voy me quiero quedar, y cuando toca volver, también me quiero quedar, un alma gipsy es libre, pero sin puerto de pertenecía… de todos y de nadie… de si y de Dios.
2 comentarios
Waooo, me encantó tu reflexión sobre lo que es todo el contexto de las religiones. Como maneja los antecedentes históricos, va leyendo y visualiza todo como que si estuviera viendo una película.
Te felicitó por tu excelente narrativa, porque te hace la pregunta que mucho nos hacemos, sentir la voz de Jesús que nos habla, tu la encontraste. Pienso en mí experiencia que siempre soy de las personas que cuando oró lo hago de manera de monólogo con Jesús porque aunque no me hable se que él esta allí, escuchando todo lo que digo. Pero aún así siempre en una constante búsqueda en alimentar mi espíritu, me gusta y disfruto mi soledad porque puedo estar conmigo misma y sentir a través de las meditaciones y los mantras me ayudan alimentar mi esencia como ser humano y fortalecer mi espíritu. Siempre ando en esa búsqueda de alimentar mi vida espiritual porque siente paz, y sentir esa paz es cuando digo voy por el camino correcto. Un gran abrazo y espero el año próximo ir alguno de esos viajes a la India o cualquier otro lugar. Porque siempre el viajar es un aprendizaje y como guía e historiadora que eres, los viajes contigo ya lo imagino que maravilloso pueden ser. 💞😘
Gracias mi querida Peggy, gracias por leer, y si, hay muchas preguntas sobre este camino, pero lo bueno es que siempre siempre llegan las respuestas si estamos atentos! Un abrazo!